Procuraduría designa agente especial para supervisar investigación contra Vicky Dávila, defendiendo la libertad de prensa y la reserva de fuentes como derecho constitucional

Margarita Cabello, Procuradora General de la Nación, Vicky Dávila, directora de la Revista Semana. Foto Colpensa
La Procuraduría General de la Nación, liderada por Margarita Cabello, intervino directamente en el caso de la investigación abierta por la Fiscalía contra la periodista Vicky Dávila, directora de la Revista Semana. La entidad ha designado un agente especial para monitorear el proceso, asegurando que el derecho a la reserva de fuentes, protegido por la Constitución, sea respetado durante la investigación.

La intervención de la Procuraduría surge luego de que la Fiscalía notificara a Dávila sobre la apertura de una noticia criminal en su contra, sin especificar los hechos que motivaron la investigación. Según la Procuraduría, tras un análisis inicial, la investigación contra la periodista no parece tener bases sólidas, y cualquier intento de afectar la reserva de sus fuentes sería un riesgo para la libertad de prensa y el ejercicio periodístico en el país. “El acceso a fuentes confidenciales es esencial para que los periodistas puedan desarrollar sus investigaciones sin presiones o represalias”, afirmó Cabello.

Dávila y su equipo de Semana han defendido el derecho a la confidencialidad de sus fuentes y señalaron que el proceso judicial podría ser un intento de desacreditar el trabajo investigativo de la revista. “La reserva de las fuentes no solo está garantizada en la Constitución, sino que es el corazón de nuestra labor”, expresó Dávila, en defensa de los principios periodísticos que rigen su labor.

La periodista también acusó a la fiscal encargada del caso, Luz Adriana Camargo, de recibir órdenes directas del presidente Gustavo Petro, sugiriendo que el mandatario podría estar detrás del proceso en un intento de limitar la prensa crítica en el país. “No tengo nada que ver con Pegasus. Petro lo sabe. El país lo sabe. Aquí me conocen muy bien. Si otras personas cometieron delitos, pues que respondan”, afirmó Dávila, quien descartó cualquier relación con espionaje o manipulación de información.

El nombramiento de un agente especial por parte de la Procuraduría refuerza el mensaje institucional de protección al periodismo en Colombia, y enfatiza que cualquier ataque contra el derecho a la reserva de fuentes podría ser considerado una amenaza a la libertad de prensa. Margarita Cabello sostuvo que la Procuraduría garantizará que se respeten los derechos de los periodistas, especialmente cuando estos son cuestionados en un contexto de investigación judicial.

Margarita Cabello, en su pronunciamiento, destacó que este tipo de derechos no solo están protegidos por la Constitución, sino que son esenciales para que el periodismo cumpla su rol sin temores ni represalias. Cabello afirmó que cualquier intento de socavar la confidencialidad de las fuentes sería “un riesgo para el ejercicio periodístico en el país”.

El caso de Dávila ha generado un amplio debate sobre la libertad de prensa en el país y el derecho de los periodistas a proteger sus fuentes como un principio indispensable para la democracia. La comunidad periodística y los defensores de derechos humanos han mostrado su respaldo a la posición de la Procuraduría, confiando en que esta medida proporcione garantías para el libre ejercicio de la labor informativa sin temor a represalias.

Desde la Procuraduría se reiteró que este derecho a la confidencialidad no solo debe ser respetado, sino garantizado para que los periodistas puedan investigar temas sensibles sin comprometer a sus informantes ni exponerlos a represalias. En ese sentido, la vigilancia del proceso a cargo del agente especial tiene como objetivo asegurar que los derechos de Dávila sean respetados y que no haya interferencias indebidas.

Este caso sienta un precedente significativo en la defensa de la libertad de prensa en Colombia, un país donde el periodismo independiente ha sido fundamental para denunciar irregularidades y donde, no pocas veces, periodistas y medios críticos han sido blanco de acciones judiciales y amenazas. Para la comunidad periodística y las entidades de derechos humanos, esta intervención de la Procuraduría representa un respaldo a la libertad de expresión y un recordatorio de la importancia de la independencia periodística como pilar de la democracia.

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