Medellín, 13 de mayo de 2025. Hace exactamente 45 años, el 13 de mayo de 1980, un grupo de más de 70 empresarios, dirigentes gremiales, líderes cívicos y ciudadanos comprometidos con el futuro de Medellín plantaron la semilla de lo que sería una de las iniciativas más significativas en la historia del civismo paisa: la Fundación Amor por Medellín.
Nacida inicialmente bajo el nombre de Solidaridad por Medellín, la organización fue concebida como una respuesta al deterioro del tejido social y la necesidad urgente de recuperar el sentido de pertenencia por la ciudad. Apenas dos meses después, en julio de ese mismo año, adoptó el nombre que la ha identificado desde entonces: Fundación Amor por Medellín.
Una alianza ciudadana multisectorial
La creación de esta fundación fue posible gracias a la articulación entre figuras destacadas del sector político, público, religioso, empresarial y social. El entonces alcalde de Medellín, Bernardo Guerra Serna, brindó un respaldo decidido desde la institucionalidad, al igual que importantes gremios como Fenalco y la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia.
El jueves 4 de septiembre de 1980, la fundación inauguró su primera sede en el barrio Carlos E. Restrepo, en el edificio del entonces Museo de Arte Moderno de Medellín —hoy Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia—. El acto contó con la bendición del entonces arzobispo de Medellín, monseñor Alfonso López Trujillo, en una ceremonia que marcó el inicio formal de una cruzada ciudadana por el civismo y la cultura ciudadana.
Campañas que transformaron la ciudad
Desde sus primeros años, la Fundación Amor por Medellín impulsó campañas de gran impacto. En 1981, lanzó una masiva campaña de arborización, liderada por Jorge Molina Moreno, que convocó a empresas y ciudadanos en torno a la siembra de árboles como símbolo de esperanza y compromiso con el entorno.
Con el paso de los años, la fundación se consolidó como un laboratorio de formación ciudadana. Programas como Educación para la Convivencia Solidaria y Pacífica, Semilleros de Líderes, Gerentes de Paz, Escuela de Valores, Gobierno Escolar, y Formación en Valores Políticos fueron clave en la formación de nuevas generaciones conscientes de su papel en la construcción de una ciudad más justa, democrática y participativa.
Uno de los proyectos más recordados fue la campaña Depende de usted también darle amor a Medellín, lanzada oficialmente el 22 de mayo de 1984, bajo la administración del alcalde Pablo Peláez González. Esta campaña se convirtió en una consigna ciudadana que invitaba a cada habitante a convertirse en protagonista del cambio social desde sus acciones cotidianas.
Un legado de 45 años
Hoy, cuatro décadas y media después de su fundación, Amor por Medellín celebra no solo su existencia, sino el profundo legado que ha dejado en la ciudad. Su historia es la de una comunidad que decidió unirse para rescatar los valores fundacionales de Antioquia: el trabajo en equipo, la solidaridad, el civismo y la participación.
“Que aquí y ahora nos unamos dentro de un gran propósito común, nuestros esfuerzos y nuestros liderazgos individuales. Tal congregación de voluntades tiene como único objetivo rescatar ese gran liderazgo que permitió las grandes obras materiales y espirituales en Antioquia y en su ciudad capital, en el pasado, y que en el presente y en el futuro deben imperar como único medio de salir de la actual encrucijada”, fue una de las proclamas que marcó el espíritu de la fundación.
Hoy Medellín reconoce y celebra el papel de Amor por Medellín como una fuerza transformadora, ejemplo de cómo el compromiso ciudadano puede moldear el destino colectivo. Su aniversario número 45 es una invitación a renovar ese amor por la ciudad, a seguir sembrando civismo y a creer, una vez más, en el poder de la participación y el liderazgo compartido.
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