La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación General del Trabajo (CGT), las dos centrales obreras más importantes del país, anunciaron su retiro del respaldo a la reforma laboral que cursa actualmente en la Comisión Cuarta del Senado, luego de conocer los términos de la nueva ponencia que será radicada este lunes 26 de mayo.
Según denunciaron ambas organizaciones sindicales, el nuevo texto que los ponentes presentarán ante la comisión, presidida por la senadora Angélica Lozano, representa un grave retroceso frente a lo aprobado por la Cámara de Representantes en el segundo debate, al punto de calificarlo como “inadmisible” y lesivo para los derechos laborales de millones de trabajadores colombianos.
“La ponencia que se va a radicar excluye del recargo nocturno a partir de las 7:00 p. m. al 80% de los trabajadores, le quita el carácter laboral al contrato de aprendizaje, y elimina licencias por citas médicas programadas y por incapacidades menstruales”, afirmaron las centrales en un comunicado conjunto.
Uno de los puntos más criticados es el relacionado con el recargo nocturno. CUT y CGT advierten que, con el nuevo texto, dicho beneficio solo aplicaría para trabajadores de empresas que no sean micro, pequeñas o medianas, dejando por fuera a la mayoría de la fuerza laboral del país. “Se establece una odiosa discriminación entre los trabajadores y trabajadoras, lo cual es inaceptable”, manifestaron.
Asimismo, expresaron su rechazo a la diferenciación entre los recargos dominicales y festivos, que quedarían en 100% y 75% respectivamente, lo que consideran una “repelente diferencia” sin justificación en términos de equidad laboral.
Otro de los puntos de discordia tiene que ver con la posibilidad de celebrar contratos a término fijo sucesivos por hasta cinco años. Para las organizaciones sindicales, esta figura “se convierte en una burla a cualquier opción de estabilidad en el empleo”, al perpetuar la precarización laboral bajo una fachada de legalidad.
CUT y CGT concluyeron que estas modificaciones destruyen los derechos que se intentaban recuperar con la iniciativa original del Gobierno nacional y anunciaron que ratifican su apoyo a la propuesta de una consulta popular impulsada desde el Ejecutivo.
“Es por ello que la consulta popular es el mejor mecanismo de participación ciudadana, no solo para los y las trabajadoras, sino para el pueblo en general”, sostuvieron, haciendo un llamado al Gobierno y a las fuerzas progresistas a defender por esta vía los derechos laborales que consideran en riesgo.
La ponencia será debatida en la Comisión Cuarta del Senado esta semana. El proyecto deberá superar este tercer debate, pasar a la plenaria de la corporación y luego ser conciliado con la Cámara de Representantes antes del próximo 16 de junio, fecha límite del actual periodo legislativo.
El futuro de la reforma laboral, una de las apuestas clave del “gobierno del cambio”, queda ahora en vilo, enfrentando no solo a la oposición política, sino también al distanciamiento de aliados históricos del movimiento sindical.
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