Durante el más reciente Consejo de Seguridad realizado en Florencia, Caquetá, las autoridades nacionales y regionales trazaron una hoja de ruta contundente para enfrentar las principales problemáticas que afectan al departamento: la extorsión, la destrucción de los ecosistemas y el reclutamiento forzado de menores, delitos que han sido atribuidos en su mayoría a las disidencias de las FARC.
El encuentro permitió definir una serie de acciones estratégicas que buscan devolverle la seguridad y la tranquilidad a la región, profundamente golpeada por la criminalidad y la presencia de grupos armados ilegales.
Estrategias clave definidas:
✅ Fortalecimiento de canales de denuncia: Se potenciará el uso de las líneas del Gaula de la Policía 📲 165 y del Gaula Militar 📲 147, que ya han demostrado efectividad, pues el 75 % de los casos de extorsión logran resolverse gracias a los reportes ciudadanos a través de estas vías.
✅ Despliegue de un nuevo destacamento del Gaula Militar: Este componente especializado tendrá presencia permanente en la región para reforzar las operaciones contra el secuestro y la extorsión.
✅ Reclutadores de menores serán objetivo de alto valor: En una medida contundente, las autoridades anunciaron que quienes sean responsables de vincular forzosamente a menores de edad a grupos armados serán considerados objetivos prioritarios de alto valor para las operaciones militares y judiciales.
✅ Refuerzo de la Armada Nacional: A partir del segundo semestre del año, la Armada de Colombia incrementará su capacidad operativa en Caquetá, especialmente en el control de los ríos, que son usados por estructuras ilegales para el transporte de armas, drogas y personas.
✅ Nuevo Comando de Policía en Caquetá: En articulación con el Ministerio del Interior, se anunció el avance en la construcción del Comando de Policía del departamento, una obra clave para fortalecer la presencia institucional en el territorio.
Una ofensiva integral contra el crimen
Las medidas responden a un diagnóstico claro: Caquetá enfrenta serias amenazas a su seguridad y desarrollo, no solo por la persistencia de la extorsión y el reclutamiento, sino también por la agresión sistemática contra sus ecosistemas, donde la deforestación y la minería ilegal avanzan de la mano del crimen organizado.
Las autoridades insistieron en que se trata de una ofensiva integral que no solo se apoya en la acción militar y policial, sino también en el trabajo conjunto con las comunidades, la institucionalidad y las organizaciones sociales.
Con estas acciones, el Gobierno busca reafirmar su presencia en Caquetá y garantizar que los derechos de sus habitantes, especialmente de los más vulnerables, prevalezcan frente a las economías ilegales y los actores armados que históricamente han afectado a esta región del sur del país.
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