Colombia inicia la importación permanente de gas natural en 2024: ¿un futuro incierto para la seguridad energética del país?

Foto: Getty Images - Christopher Furlong

El 2024 pasará a la historia como el año en el que Colombia comenzará con la importación permanente de gas natural para sectores distintos a la generación térmica, un hito que marca el fin de la autosuficiencia en este recurso. Así lo señala el Informe del Sector Gas Natural 2025, presentado por Promigás, en el que se destaca que esta pérdida de independencia en la producción de gas ocurre en un momento crucial, cuando los debates sobre la política energética se entrelazan con las preocupaciones sobre el cambio climático a nivel global y nacional.

Según Juan Manuel Rojas, presidente de Promigás, a pesar de los enormes recursos gasíferos descubiertos en áreas costa afuera, persisten diversas contingencias técnicas, ambientales, sociales y contractuales que han impedido convertir estas reservas en una fuente viable de abastecimiento. Para Rojas, el sector necesita una visión a largo plazo, decisiones oportunas y una coordinación efectiva entre las autoridades nacionales y locales, el sector privado y las comunidades para superar estos obstáculos, asegurar el desarrollo de las reservas y expandir la capacidad de transporte.Cae la producción y las reservas son cada vez más limitadas

Uno de los aspectos más preocupantes que destaca el informe es la caída de las reservas probadas de gas natural, que en 2024 se sitúan en 2.064 gigapiés cúbicos (gpc), lo que representa una disminución cercana al 64% en los últimos doce años, cuando se registraron 5.720 gpc en 2012. Esta caída ha reducido el suministro nacional a apenas 5,9 años, lo que hace aún más urgente la necesidad de importar gas natural.

En 2023, la incorporación de nuevas reservas fue de solo 42 gpc, mientras que la producción alcanzó los 351 gpc, lo que explica la caída de 309 gpc en las reservas probadas. Este desfase plantea serias interrogantes sobre la capacidad del país para garantizar el abastecimiento a largo plazo, tanto para los usuarios residenciales como para la industria y el transporte.

Gas importado: ¿una opción costosa?

El exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, destacó que la importación de gas natural plantea un desafío adicional: su costo. "El gas importado tiende a ser más caro, hasta el doble del precio del gas doméstico", señaló Acosta. Este aumento de precio, que podría traducirse en incrementos de hasta el 24% en las facturas de gas para los 12 millones de usuarios domiciliarios, afectaría también a los 650.000 vehículos convertidos a gas, lo que dispararía los costos operativos.

Además, el alto costo del gas importado afectaría la competitividad de las industrias colombianas y aumentaría los precios de la generación térmica, lo que impactaría directamente en las tarifas de electricidad. En este contexto, la discusión sobre la fuente de suministro se torna aún más relevante, especialmente ante las dificultades políticas y económicas que atraviesa Venezuela, uno de los principales países considerados como proveedores potenciales.

El futuro del abastecimiento de gas es incierto

Para Tomás González, director del Centro Regional de Estudios de Energía, el futuro del abastecimiento de gas en Colombia es incierto. A su juicio, hay un claro desfase entre la oferta nacional y la demanda, lo que hace necesario replantear las estrategias energéticas del país. Por su parte, Frank Pearl, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), advirtió que, para manejar adecuadamente la riqueza nacional, es esencial contar con una visión de largo plazo, reglas claras y seguridad en los territorios.

Pearl destacó la importancia de recuperar el interés de los inversionistas en el sector energético y de garantizar la seguridad jurídica para viabilizar los proyectos que permitan aprovechar las reservas de gas de manera responsable y con altos estándares técnicos y ambientales. "El país enfrenta una falsa disyuntiva: dejar los recursos en el subsuelo y asumir mayores desafíos fiscales y tarifas más altas, o aprovecharlos para generar nuevas industrias y preparar a las regiones productoras para el futuro", afirmó.

En este escenario, tanto el gas como el petróleo seguirán siendo aliados estratégicos para la diversificación productiva, la sostenibilidad fiscal y la seguridad energética de Colombia, aunque es fundamental garantizar que su explotación se realice de manera responsable y sostenible, para que el beneficio llegue a todas las regiones y sectores del país.

¿Qué son las reservas probadas y por qué importan?

Las reservas probadas son aquellas cantidades de gas natural que, mediante el análisis de datos geocientíficos e ingenieros, pueden ser estimadas con un alto grado de certeza para ser recuperadas comercialmente en condiciones económicas definidas. En términos técnicos, si se utilizan métodos determinísticos, estas reservas deben tener una probabilidad razonable de ser recuperadas. En contraste, las reservas probables son aquellas con una probabilidad de al menos un 50% de ser recuperadas.

En un contexto de caída de las reservas probadas y creciente dependencia de las importaciones, la situación de Colombia en términos de su seguridad energética se vuelve cada vez más compleja, dejando al país ante una decisión crítica sobre cómo garantizar su abastecimiento de gas natural de forma sostenible y económica.

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