China avanza en la fase de planificación del Bohai Strait Tunnel, un megaproyecto de ingeniería que, de ser ejecutado, se convertiría en el túnel submarino ferroviario más largo y complejo del planeta. Su objetivo: conectar las penínsulas de Liaodong y Shandong mediante una red subterránea de 123 kilómetros, atravesando zonas de alta complejidad geológica y sísmica.
El corredor permitirá reducir de seis horas a solo 40 minutos el viaje entre Dalian y Yantai, y unir directamente los sistemas ferroviarios de alta velocidad del noreste y el este del país. La inversión estimada supera los 220.000 millones de yuanes (aprox. 36.000 millones de dólares).
Tres túneles, un sistema integrado de alta velocidad y un corredor de mantenimiento
El diseño preliminar contempla un esquema tricameral:
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Dos túneles paralelos para trenes de alta velocidad, cada uno destinado a un sentido de circulación.
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Un túnel central para operaciones de inspección, evacuación y equipos de emergencia.
Esta configuración permite garantizar redundancia operativa, facilitar el acceso técnico y mejorar los tiempos de respuesta ante fallas estructurales o incidentes.
Los trenes que circularán por el corredor podrán alcanzar velocidades de hasta 250 km/h, lo que exige sistemas de control avanzado, disipación de presión aerodinámica y estructuras con alto desempeño dinámico bajo condiciones submarinas.
Desafíos geotécnicos: perforación profunda en un entorno sísmico
La complejidad del proyecto radica en la geología del estrecho de Bohai. La zona presenta:
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Altos niveles de actividad sísmica, lo que obliga a integrar amortiguadores sísmicos, juntas flexibles y estructuras segmentadas que reduzcan el riesgo de fracturas.
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Capas sedimentarias inestables, que requieren equipos híbridos de perforación (TBM de presión balanceada y escudos mixtos).
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Elevada presión del agua, que demanda sistemas avanzados de impermeabilización y revestimientos multicapa.
Los ingenieros deberán evaluar cuidadosamente el comportamiento del suelo marino, garantizar la estabilidad del túnel y diseñar sistemas de drenaje capaces de operar en condiciones extremas.
Ventilación, evacuación y protocolos de seguridad
Debido a la longitud sin precedentes del túnel, la gestión de ventilación será uno de los aspectos más críticos. El proyecto incluirá:
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Sistemas de ventilación longitudinal y transversal con sensores para regular flujos de aire.
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Estaciones de evacuación intermedia conectadas al túnel central, diseñadas para resistir incendios de alta temperatura.
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Cámaras presurizadas para emergencias y accesos para equipos de rescate en intervalos programados.
La operación ferroviaria requerirá monitoreo en tiempo real mediante centros de control redundantes, sistemas de detección de vibraciones y unidades automáticas de respuesta rápida.
Impacto económico y proyecciones operativas
Las autoridades chinas consideran el Bohai Strait Tunnel como un elemento estratégico para optimizar el transporte de mercancías entre dos regiones industriales de alto rendimiento y para ofrecer un corredor logístico alternativo a rutas marítimas expuestas a congestiones.
Se estima que, una vez en funcionamiento, genere ingresos anuales cercanos a los 20.000 millones de yuanes, impulsados por transporte de carga, movilidad laboral y flujos turísticos.
Plazos y estado actual
El proyecto sigue en fase de estudios de factibilidad, simulaciones geotécnicas y revisión normativa. Si las evaluaciones son positivas, se proyecta un periodo de construcción de 10 a 15 años, uno de los más largos del país para una obra de transporte.






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