Fátima Bosch, Miss Universo 2025.
La noche de este jueves —viernes en Tailandia— México volvió a hacer historia. Fátima Bosch, la joven tabasqueña que se convirtió en una de las favoritas desde el inicio del certamen, fue coronada Miss Universo 2025, devolviendo a su país al selecto grupo de naciones con múltiples títulos en el concurso internacional.
La edición número 74 del certamen cerró con emoción cuando la danesa Victoria Kjær Theilvig, Miss Universo 2024, entregó la corona a Bosch, de 25 años, quien compitió con 120 candidatas de todo el mundo. Para México, este triunfo significa su cuarta corona universal, después de Lupita Jones (1991), Ximena Navarrete (2010) y Andrea Meza (2020).
Aunque Bosch se destacó por su preparación, pasarela y discurso, su nombre cobró aún mayor relevancia tras un polémico incidente en Tailandia. Uno de los directivos del certamen la llamó “tonta” en un acto público, comentario que generó rechazo internacional y que terminó reforzando el apoyo hacia la mexicana, quien respondió con firmeza y elegancia.
Originaria de Villahermosa, Tabasco, Fátima Bosch fue diagnosticada en la infancia con dislexia y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Su historia de superación resonó profundamente entre el público latino: estudió moda en Ciudad de México y continuó su formación en Milán, Italia, lo que le permitió proyectar una imagen segura y con identidad propia durante la competencia.
Latinoamérica en el Top 5: solo México y Venezuela resistieron hasta el final
De las 13 latinoamericanas que lograron entrar al Top 30, únicamente México y Venezuela alcanzaron el Top 5. Finalmente, el podio quedó así:
Miss Universo 2025: Fátima Bosch (México)
Primer finalista: Veena Praveenar (Tailandia)
Segunda finalista: Stephany Abasaly (Venezuela)
Ahtisa Manalo (Filipinas)
Olivia Yace (Costa de Marfil)
La gala, transmitida en exclusiva para Estados Unidos por Telemundo, mostró un escenario diverso: participaron nueve madres, una mujer transgénero —la vietnamita Nguyen Huong Giang—, una sobreviviente de genocidio, la representante de Ruanda, Solange Tuyishime, y por primera vez, Palestina se hizo presente a través de Nadeen Ayoub.
El vestido rojo que marcó el destino
Bosch lució un vestido rojo vibrante, un color que ya ha acompañado a reinas mexicanas en sus coronaciones anteriores. Su presentación en escena y el discurso final —claro, emotivo y orientado a la inclusión educativa— consolidaron lo que muchos analistas ya anticipaban: México estaba listo para reclamar un nuevo título.
Con esta victoria, América Latina celebra nuevamente en el escenario internacional, reconociendo el talento, resiliencia y representación que la mexicana llevó al concurso más influyente del mundo en materia de belleza.





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